Hace unos días entré en la tienda Mango de Paseo de Gracia para echar un vistazo a sus rebajas. Me molesta un poco el olor de sus establecimientos, pero la ropa que venden tiene un estilo que me gusta y la relación calidad – precio está más que bien.
Vi cuatro o cinco bermudas que me gustaban. Eran fantásticas, pero… ninguna pasaba de la talla 44. ¿Será que los hombres más grandes nos hemos lanzado a comprar bermudas compulsivamente?No estoy hablando de gordos. Yo hago metro ochenta pero no estoy lo que se dice gordo; oscilo entre la 46 y la 48. El caso es que nunca he tenido problemas para encontrar tallas.
Pregunté en la tienda, y me dijeron que este año Mango no hacía tallas superiores a la 44.
¿Por qué? -pregunté.
No sé, es sólo este año.
¿Esperan hambrunas en España por la crisis?
Sonrisa del dependiente.
Al salir pensé que si yo fuera un empleado de Moody’s estaría sacando conclusiones muy ilustrativas de la extrema pobreza que debe estar invadiendo España. Colas en Cáritas, recortes, corrupción, manifestaciones, disturbios… ¡Y las principales marcas de ropa del país reduciendo las tallas!
No tardaría en llamar a la oficina para decir que la cosa está muy mal en el país y que había que subir todavía más la prima de riesgo.
¡Claro! Así no me extraña que las cosas nos vayan tan mal.
Oscar Bosch 